Dice
el Martirologio Romano en el primer elogio del 11 de febrero:
En
Lourdes de Francia, la Aparición de la bienaventurada Virgen María Inmaculada.
Las
apariciones de Nuestra Señora a Santa Bernardita Soubirous sucedieron en Lourdes durante el año 1858. Los himnos del Oficio litúrgico los habría compuesto León XIII en 1891. En un primer momento la
fiesta fue autorizada a las diócesis de Francia y en 1907 fue extendida a toda
la Iglesia.
El
himno de vísperas, narra el sentido de la fiesta.
El
supremo maestro de la fe enseña
Que
María está exenta de toda mácula.Con alegría celebra la tierra
El triunfo de la Virgen fiel.
La
Virgen misma se aparece
A
una humilde niña, reanima a la intimidada,Y con santas palabras se da a conocer
Como la concebida sin mancha.
¡Oh
gruta feliz!, honrada por la aparición
De
la Madre de Dios. ¡Oh roca venerable!,De donde surgieron aguas vitales
Con abundancia.
Aquí
fluye en masa, tanto de nuestro país,
Como
de países extranjeros, multitudDe piadosos peregrinos suplicantes,
Que invocan el auxilio de la Virgen poderosa.
La
Madre acoge las lágrimas de quienes la imploran,
Y
da a los enfermos la salud deseada;De aquí, cumplidos sus votos,
Vuelven los peregrinos a las fronteras patrias.
Como
te compadeciste de las desgracias de tus devotos,
Oh
Virgen, así alivia siempre nuestros sufrimientos,Impetrando para los desdichados
Las benditas alegrías de la vida eterna.
Gloria
al Padre y al Hijo engendrado,
Gloria
eterna a ti, igual a entrambos,Espíritu Creador, Dios uno,
Siempre y por todos los siglos. Así sea.
* * *
Aquí
se puede escuchar o descargar
el himno cantado por los monjes benedictinos de la Abadía Santa María Magdalena,
de Le Barroux.
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