Traducción
Sal. 24, 6. 3. 22. 1-2
Acuérdate,
Señor, que tu compasión y tu misericordia son eternos: que nuestros enemigos no
se burlen de nosotros. Dios de Israel, líbranos de todas nuestras angustias. Sal. A ti, Señor, levanto mi alma; Dios mío, en ti
busco refugio, no quede yo avergonzado. Gloria al Padre.
* * *
Luego
de contemplar –el primer domingo de cuaresma– las tentaciones del Señor en el
desierto, por parte del demonio, este introito recoge algunos versículos del
salmo 24 que claman a Dios recordando su misericordia y suplicando el triunfo
sobre ese enemigo.
* * *
Aquí
se puede escuchar o descargar el introito registrado por los monjes de la
Abadía Nuestra Señora de Triors.
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