miércoles, 27 de abril de 2016

Salve Regina

El origen de la Salve Regina se remonta al siglo XI. Se atribuye la composición a Hermann von Reichenau (Hermannus Contractus). La redacción final de esta antífona fue establecida en la Abadía de Cluny en el siglo XII.
 

 
Los dominicos la introducen como antífona de la procesión al final de la jornada hacia el 1220. Promediando el siglo XIII, los cistercienses comienzan a utilizarla. Posteriormente se prescribe su canto o recitación al final de completas en el breviario romano. Luego se introducen otras tres antífonas marianas para las distintas estaciones del año litúrgico.
 
Los hijos de Santo Domingo durante el tiempo pascual no cantan al final de completas la antífona Regina coeli, sino la Salve con aleluia, con la notación propia de sus libros litúrgicos.
 
* * *
 
Aquí se puede descargar esta antífona cantada por los frailes dominicos de la provincia polaca.

viernes, 22 de abril de 2016

Te Joseph

Los carmelitas difundieron la devoción a San José en occidente. En 1689 se les permitió celebrar la fiesta de su Patrocinio impulsada por el P. Juan de la Concepción (Escallar) en el tercer domingo de Pascua.

Posteriormente Pío IX declaró a San José patrono de la Iglesia universal y San Pío X aprobó las letanías en honor de San José.

El himno de Vísperas fue compuesto por el cardenal Juan Casanate (1620-1700).


Traducción


Te celebren, oh José, las legiones celestiales,
Te alaben todas las comunidades cristianas,
A ti insigne por tus virtudes, fuiste unido
En casto matrimonio a la Virgen gloriosa.

Cuando con asombro ves a tu esposa
Fecundada con el germen divino,
Un ángel te enseña que el Niño
Fue concebido por el soplo del Espíritu Santo.

Tu estrechas al Niño Dios en tus brazos,
Lo acompañas en su huida a la extraña tierra
De Egipto; y perdido en Jerusalén lo buscas
Y lo encuentras, mezclando gozos con lágrimas.

A los demás glorifica una suerte piadosa después de la muerte,
Y a quienes ganaron la palma, acoge la gloria;
Pero tú por un destino admirable, eres más feliz disfrutando a Dios
Ya en la vida al par de los bienaventurados.

Oh suma Trinidad, perdona a los que te imploramos;
Y por los méritos de José concédenos
Subir al cielo, para que por fin podamos
Cantarte eternamente un grato cántico.

Así sea.
* * *
Aquí se puede descargar este himno cantado por los monjes de la Abadía de Fontgombault.
* * *
Aquí se puede leer la traducción en versos de Francisco Luis Bernárdez.
 

jueves, 14 de abril de 2016

Christus resurgens


Este responsorio está tomado de la carta de San Pablo a los romanos (6, 9-10).

Christus resurgens ex mortuis, jam non moritur: mors illi ultra non dominabitur: * Quod enim mortuus est peccato, mortuus est semel; quod autem vivit, vivit Deo, alleluia, alleluia.
. Dicant nunc Judaei quomodo milites custodientes sepulcrum perdiderunt Regem; ad lapidis positionem quare non servabant Petram justitiae; aut sepultum reddant, aut resurgentem adorent, nobiscum dicentes: * Quod enim mortuus est peccato, mortuus est semel; quod autem vivit, vivit Deo, alleluia, alleluia.
Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. * Quod enim mortuus est peccato, mortuus est semel; quod autem vivit, vivit Deo, alleluia, alleluia.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Cristo resucitado de entre los muertos no muere otra vez; y la muerte no tendrá ya dominio sobre Él. * Porque al haber muerto al pecado, murió una sola vez; mas la vida, la vive para Dios, aleluia, aleluia.
V/. Que digan ahora los judíos de qué modo los soldados que custodiaban el sepulcro perdieron el cuerpo del Rey, ¿Por qué ante aquella piedra no sirvieron a la Piedra de justicia? O tendrían que restituir el cuerpo sepultado o adorar al resucitado diciendo con nosotros: * Porque al haber muerto al pecado, murió una sola vez; mas la vida, la vive para Dios, aleluia, aleluia.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. * Porque al haber muerto al pecado, murió una sola vez; mas la vida, la vive para Dios, aleluia, aleluia.

* * *

Se puede escuchar o descargar el responsorio cantado por los monjes de la Abadía de Clervaux aquí.

miércoles, 6 de abril de 2016

Ad coenam Agni providi



A la cena del Cordero vayamos,
Revestidos de blancas vestiduras,
Atravesado el Mar Rojo,
Cantemos a Cristo príncipe.

Nutriéndonos de su Cuerpo Santísimo,
Quemado en el altar de la Cruz,
Y bebiendo su Sangre
Vivamos en Dios.

Protegidos en la víspera de Pascua
Del Ángel devastador,
Huimos al durísimo
Dominio del Faraón.

Cristo ya es nuestra Pascua,
Cordero que ha sido inmolado,
Como verdadero pan ácimo
Su carne es ofrecida.

Oh verdadera y digna víctima,
Por la que fue derrotado el infierno,
Redimido el pueblo cautivo,
Restituye la vida.

Cristo resurge del sepulcro,
Torna vencedor del abismo,
Encadenado el antiguo tirano,
Vuelve a abrir el Paraíso.

Te pedimos, Autor de todas las cosas,
En este gozo pascual,
De toda insidia de muerte
Defiende a tu pueblo.

Gloria a ti, oh Señor,
Que resucitaste de entre los muertos,
Al Padre y al Espíritu Santo,
Por los siglos eternos.

Así sea.


* * *
Es un himno muy antiguo, de autor desconocido. Se cree que fue compuesto hacia fines del siglo V.

La versión original del himno es la del breviario de la Basílica Vaticana y de las órdenes monásticas. En el breviario romano, el himno recibió las correcciones de Urbano VIII.

 * * *
Se puede escuchar o descargar este himno cantado por los monjes de la Abadía de Fontgombault aquí.

 * * *
Francisco Luis Bernárdez tradujo la versión del breviario Romano en versos. Se puede ver aquí.