sábado, 30 de enero de 2016

Sexagésima


Traducción
Sal. 43, 23-26; 2

Levántate ¿por qué duermes, Señor? levántate y no nos deseches hasta el fin. ¿Por qué tu rostro apartas? ¿Por qué olvidas nuestra tribulación? Porque está pegado a la tierra nuestro vientre. Levántate, Señor, ayúdanos, y líbranos. Sal. Dios, en nuestras orejas hemos oído; nuestros padres nos han anunciado. Gloria al Padre.

Como todas las composiciones litúrgicas antiguas, el introito de la Misa -extraído del salmo 43- sigue el texto del viejo salterio romano. Ya explicaremos que muy pocas composiciones gregorianas utilizan la versión de los salmos del Pontificio Instituto Bíblico de 1945.

Aquí se puede escuchar o descargar una versión grabada por los monjes de la Abadía de Triors.

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En la colecta se pide la intercesión de San Pablo por ser la estación en la basílica de San Pablo extramuros.

sábado, 23 de enero de 2016

Septuagésima

Traducción
Sal. 17, 5, 6 y 7; 2-3
Cercáronme gemidos de muerte; dolores de infierno me rodearon: y en mi tribulación invoqué al Señor, y oyó mi voz desde su templo santo. Salmo: Te amaré, Señor, mi fortaleza: el Señor es mi firme apoyo, mi refugio y mi libertador. Gloria al Padre.

Como todas las composiciones litúrgicas antiguas, el introito de la Misa extraído del salmo 17 sigue el texto del viejo salterio romano.
 
Aquí se puede escuchar o descargar una versión grabada por los monjes de la Abadía de Triors.

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El sábado anterior al domingo de Septuagésima, al fin de las Vísperas, el cantor añade al acostumbrado “Benedicámus Dómino” dos aleluias, que el coro también repite al responder “Deo gratias”. Esta es la sencilla despedida que hoy hace la liturgia romana al “Aleluia” hasta el Sábado Santo, en que saludará su reaparición, cantándola seis veces seguidas.

sábado, 16 de enero de 2016

Sanctus

Dice Amalario que en el Sanctus se venera la divina majestad y la encarnación del Señor, con el canto de los ángeles y de las turbas.
Diciendo “Sanctus, sanctus, sanctus Dominus Deus sabaoth”, se entra en la majestad divina, diciendo “Benedictus qui venit in nomine Domini” en cambio en la encarnación del Señor.

En la liturgia hispánica, también llamada mozárabe, el Sanctus tiene algunas pequeñas diferencias con el rito romano:

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra de la gloria de tu majestad. Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en las alturas. Santo, Santo, Santo, ¡Señor Dios!

Aquí se puede escuchar on line o descargar el canto del Sanctus según la antigua liturgia hispana interpretada por la Escolanía de la Abadía de Santa Cruz.

Rito hispano o mozárabe


Sería más propio hablar de rito visigótico o hispano, porque la de mozárabes fue una condición posterior –cristianos bajo el dominio árabe- de quienes conservaron este rito. Con la introducción del rito romano en España, el rito hispano quedó reducido a los mozárabes, quienes lucharon por defender el rito de sus padres.

El cardenal Cisneros en 1495 creó la capilla del Corpus Christi de la catedral de Toledo para que se conservase la antigua liturgia, dotándola de renta para su mantenimiento y de sacerdotes del propio cabildo catedralicio. También se abocó a una importante labor de recopilación y ordenación litúrgica  y reunió gran cantidad de códices procedentes de todo el reino: mandó una reconstrucción de los textos y un estudio de los recursos litúrgicos que culminó en la impresión de un nuevo misal y de un breviario.

En el siglo XVIII, el cardenal Francisco Antonio de Lorenzana, al haberse agotado los libros litúrgicos del rito, hizo una nueva edición del Misal y el Breviario que fueron recogidos por la Patrología de Migne series latina T. 85 y 86.

viernes, 8 de enero de 2016

Ecce advenit



Traducción
Mal. 3, 1; 1Cro. 29, 12; Sal. 71, 2
He aquí que viene el Señor y dominador, y está en sus manos el reino, la potestad y el imperio. Sal. Oh Dios, da al Rey tu juicio; da al Hijo del Rey tu justicia. Gloria al Padre.

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Este introito es la respuesta a la liturgia del adviento: “he aquí que viene…” (Maran atha) y por supuesto a la espera de la Iglesia en la parusía de Nuestro Señor.

Aquí se puede escuchar o descargar una versión grabada por los monjes de la Abadía de Einsiedeln.

domingo, 3 de enero de 2016

Te lucis ante terminum


Te lucis ante términum,
Rerum Creátor, póscimus,
Ut sólita cleméntia
Sis præsul ad custódiam.

Procul recédant sómnia,
Et nóctium phantásmata;
Hostémque nostrum cómprime,
Ne polluántur córpora.

Præsta, Pater omnípotens,
Per Jesum Christum Dóminum,
Qui tecum in perpétuum
Regnant cum Sancto Spíritu. Amen.
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Antes de que la luz llegue a su término,
Te rogamos Creador de todas las cosas,
Que según tu habitual clemencia
Presidas nuestro sueño para protegerlo.

Aléjense las quimeras
Y los fantasmas de la noche
Oprime a nuestro enemigo
Para que no se manchen nuestros cuerpos.

Concédenoslo Padre omnipotente,
Por nuestro Señor Jesucristo,
Que contigo y para siempre
Reina con el Espíritu Santo. Así sea.

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Este himno se canta o recita en Completas. La redacción más antigua es del siglo V, y es la aquí publicada. Así se encuentra en el Breviario de la Basílica de San Pedro y en el Breviario Monástico. En el Breviario Romano sufrió una corrección en 1632 para adaptarlo a las formas clásicas latinas.

En la Liturgia de las Horas se le sustituyó la segunda estrofa por considerársela inconveniente para los tiempos actuales.

Dante lo cita en la Divina Comedia. En el Purgatorio, canto VIII, relata que lo recitan las almas al atardecer:

quand'io incominciai a render vano l'udire e a mirare
una de l'alme surta, che l'ascoltar chiedea con mano. 9
Ella giunse e levò ambo le palme, ficcando li occhi verso
l'orïente, come dicesse a Dio: 'D'altro non calme'. 12
'Te lucis ante' sì devotamente le uscìo di bocca e con sì
dolci note, che fece me a me uscir di mente; 15
e l'altre poi dolcemente e devote seguitar lei per tutto
l'inno intero, avendo li occhi a le superne rote.
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cuando yo comencé a dejar de oír,
y a mirar hacia un alma que se alzaba
pidiendo con la mano que la oyeran. 9
Juntó y alzó las palmas, dirigiendo
los ojos hacia oriente, de igual modo
que si dijese a Dios: «Sólo en ti pienso.» 12
Con tanta devoción Te lucis ante 13
le salió de la boca en dulces notas,
que le hizo a mi mente enajenarse; 15
y las otras después dulces y pías
seguir tras ella, completando el himno,
puestos los ojos en la extrema esfera.

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Aquí se puede escuchar on line o descargar este himno en el tono de Navidad en una versión cantada por los monjes benedictinos de la Abadía de Solesmes.

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Francisco Luis Bernárdez, tradujo la versión del Breviario Romano en versos. Se puede leer aquí.